1985 - La femenina más exitosa

26.10.2012 17:18

 

Publicado en el libro 25° ANIVERSARIO de EDITORIAL PERFIL / Noviembre 2001

Creo que con MIA inauguramos el término “ingeniería editorial”. Nadie podrá asegurar, sin arriesgarse a que lo desmientan, que es el padre de la criatura. Quizás el mayor inspirador haya sido Axel Ganz, un extraordinario editor alemán que nos regaló algunos conceptos novedosos sobre revistas femeninas. Paradójicamente, su editorial lanzó en España –años después que Perfil- una revista también llamada Mía, muy parecida a la nuestra.

Jorge Fontevecchia tenía claro el objetivo de marketing: el mercado había sido cortado verticalmente en el pasado (una revista para el hombre, otra para la mujer, otra para el hijo…) y ya lo habíamos hecho horizontalmente 8con precio de tapa) y actitudinalmente (para mujeres independientes). Ahora, con una revista femenina y de bajo precio, haríamos un doble corte quedaría formada una “cuadrícula”.

Notable conocedor de las artes gráficas, Alberto Guido Fontevecchia definió un envase raro, novedoso y económico, que nos permitiría imprimir en huecograbado, con papel brillante, de una sola entrada en máquina. El envase era tan ajustado para el contenido editorial que no aceptábamos avisos (sic).

Por mi parte, como cualquier periodista que pretende tener ideas nuevas todos los días, no me resultó muy agradable descubrir que estaba reciclando algunos conceptos ya utilizados ses años atrás para SEMANARIO. Pero el país y la mujer había cambiado, y los conceptos de diversidad y utilidad bien podrían ser actualizados. A las tradicionales revistas para mujeres dependientes del hombre, se le había sumado MUJER, para independientes, y hasta algún intento para mujeres que prescindían del hombre. MIA se apartó de ese juego: sólo pretendería ser útil a la mujer, tuviera o no tuviera un hombre al lado, adelante o atrás. Asumió que la televisión también había innovado y que el color era un código más. Editó sus notas de manera que la revista pudiera leerse durante los cortes publicitarios y que un código no explícito devolviera a la lectora al punto anterior. Tenía fórmula y apeló a buenos profesionales de ambos sexos, en tiempos en los que había menos mujeres periodistas y pocos hombres que se le animaran al crochet. Como la mujer misma, es una revista que logró evolucionar permanentemente sin dejar de ser ella misma.

JOSE ANDRES SOTO

Director editorial